lunes, 18 de mayo de 2015

¿Era Yeshúa un fariseo?


Mucho se comenta sobre la posibilidad de que Yeshúa fuese un Fariseo. De entre las evidencias que más pesan, está el hecho de que se le considera, o llamaba, Rabí (Jn 1:49), y que debatía sobre la Torá (la Ley Mosaica) siguiendo los estilos y formas de un fariseo. Sin embargo, se puede advertir, por otra parte, que Yeshúa no se presentaba o asumía, a sí mismo, como un Rabí, y sus principales enseñanzas poco tienen en común con el movimiento fariseo: Pobreza y congruencia entre lo que se dice y hace. 

En este sentido, no me sorprende la forma en que el propio Yeshúa señala, de manera reiterada, a los fariseos, pues, al hacerlo, tal pareciera que se dirigía a ellos como si fuesen un grupo aparte, una secta separada de él. Y sin en cambio, vemos que generaliza a los fariseos y les considera la peor casta religiosa.

En efecto, en el versículo 16 del capítulo 23, Mateo Leví nos dice que Yeshúa comenzó a confrontar con vehemencia a los religiosos fariseos: "Vosotros cerráis la entrada al reino de los cielos a las personas. Estafan a las viudas, les roban sus casas y como pretexto hacéis largas oraciones. Hacen proselitismo inútil, pues a los que convierten los hacen dobles hijos del diablo que vosotros.
Sólo os importa el oro que la gente trae al templo, pues es el juramento que más aprecian. Vosotros sois semejantes a SEPULCROS BLANQUEADOS, muy adornados por fuera y por dentro podredumbre. Hacen lujosos templos, adornan las tumbas de sus profetas y santos. Generación de víboras. ¿Cómo escapareis de la condenación del infierno?"

¿Es posible afirmar, pues, que no era un fariseo? Dentro de la literatura bíblica se percibe claramente que Yeshúa ponía a los fariseos como ejemplo de lo que NO SE DEBÍA hacer. Y ello demarcará todo su mensaje. Sería, pues, pretencioso asumir que la amistad que tenía con tal o cual fariseo es determinante para afirmar cierta filiación dogmática con ellos. Es cierto que, quizás, algunos de sus apóstoles y mejores amigos eran fariseos (Gamaliel, Saulo de Tarso, etc.) pero también es cierto que entre su círculo de amigos había zelotes, publicanos, y esto tampoco es un argumento para estimar que era publicano, o un zelote, o un pecador... En sentido, Yeshúa se reunía y comía con fariseos porque, como bien lo señala en Lucas 5:31 "Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos", se encontraba en tareas de evangelización.

En este mismo orden de ideas, algunos autores estiman que Yeshúa, al ser un discípulo de Hilel, el fariseo, por tanto, cita y hace suya la Regla de Oro, y esto es suficiente para advertir su filiación farisea. Recordemos que esta regla explica que el término "prójimo" no significa el "vecino", en términos generales, sino el que "sigue La Torá" (esto incluiría, por tanto, a prosélitos o no judíos como samaritanos). Sin embargo, en otros casos, como el asunto del divorcio, Yeshúa no presenta ser simpatizante de la posición de Hilel, sino de Shammai, aunque con variaciones (Mateo 5:31). Pero, lo que resulta más desconcertante para los seguidores de esta hipótesis, es que, en realidad Yeshúa estaba poniendo en práctica una enseñanza esenia: "Mi Padre aun hoy está trabajando, y yo también trabajo" En este sentido, se advierte que Yeshúa cumplía con La Torá, y particularmente con el shabat, pero no como lo hacían sus contemporáneos, los fariseos y saduceos (Juan 5:5-18) 

Lo que si es cierto es que Yeshúa predica por medio de parábolas (distante del estilo fariseo y cercano a los Profetas) y exhortaba a la pobreza, tal cual lo hacían los esenios, y era contrario a la práctica de riqueza económica de los fariseos (Luc., 18),  tal y como se puede constatar en Nicodemo, un fariseo rico y miembro del Sanedrín.

Antes de finalizar, me gustaría terminar este breve análisis con un pasaje lapidario contra los fariseos, porque si algo detesta Yeshúa es la hipocrecía: "Guardaos de la levadura de los fariseos" -que es la hipocresía- Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos”.

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